El exalcalde de Estepona (Málaga) Antonio Barrientos, que ha sido condenado por cohecho a pena de suspensión de empleo público en el caso ‘Astapa’, contra la supuesta corrupción política y urbanística en esa localidad, ha asegurado que recurrirá la sentencia, aunque ha señalado que tras el fallo ha quedado patente que el caso ha sido «una auténtica aberración».
«Me habían condenado al paredón y después de todo lo habido, alguna colleja le tenían que dar al alcalde», ha apostillado Barrientos tras la lectura por parte de la Sala de Málaga que ha juzgado el caso del fallo de la sentencia, de más de 3.000 folios, en la que el Tribunal condena a 15 personas, incluyendo al exalcalde, imponiendo penas de multa, suspensión de empleo o inhabilitación, y absuelve a 31 acusados.
En declaraciones a los periodistas a la salida, Barrientos ha dicho que «estaría contento si hubiera salido totalmente absuelto», pero ha considerado que el caso ha sido «una atrocidad» y que «ha quedado patente que el Ayuntamiento siempre actuó en defensa de lo público».
En este punto, ha precisado que «no hay condenadas por prevaricación, es decir, por decisiones injustas; ni por malversación, es decir, no ha habido un perjuicio público de las arcas municipales» y ha señalado que su condena es «por un cohecho pasivo que es por recibir algún regalo, que ya veremos, por razón de mi cargo, no por haber hecho una actuación injusta».
Aunque ha señalado que tendrán que analizar la sentencia, ha incidido en que «se ha demostrado que esto es un verdadero dislate y en todo lo referente a los convenios urbanísticos, y lo dice la sentencia porque no ha habido condenas, que eran legales». También entiende que «ha quedado perfectamente claro» el apartado de la disciplina urbanística.
«La verdad es que tendríamos que hacérnoslo mirar porque 17 años para esto es una verdadera infamia», ha asegurado, por lo que ha señalado que recurrirán y ha reiterado que su actuación «siempre fue impecable, siempre que tuve conocimiento de algo, lo denuncié en la Fiscalía Anticorrupción».
«Contento no puedo estar porque cuando uno ha sido un alcalde honesto, con cualquier mancha por pequeña que sea, nunca va a estar alguno contento, pero obviamente de donde partíamos a donde estamos…», ha dicho, recordando que inicialmente «se habló de desfalco, de organización criminal, de un perjuicio» y le pedían una multa de un millón de euros y más de diez años de prisión.
«Haciendo un símil les diría que me habían condenado al paredón y después de todo lo habido, alguna colleja le tenían que dar al alcalde», ha apostillado el expolítico.
Respecto al papel de la Fiscalía en este caso, «me parece que su actuación ha rayado la indecencia y con una falta de rigor total y absoluta», ha dicho. «Es indecente en un Estado de Derecho que esas siete denuncias que puse en la Fiscalía por posibles irregulares que yo pude apreciar jamás fueran tenidas en cuenta, que una de ellas se perdió hasta en tres ocasiones», ha recordado.
También ha apuntado a «la falta de gallardía del ministerio fiscal y de valentía, diría yo, y de respeto tanto a las defensas como al Tribunal de una vez acabado su parte no haber escuchado él la defensa y no haber acudido hoy a escuchar el fallo».
Cuestionado por si se ha acordado de los compañeros del PSOE que presentaron la denuncia que dio lugar a este caso, Barrientos ha asegurado que «esas personas merecen el desprecio más absoluto por mi parte». «Decía mi abuelo que el mejor desprecio es no hacer aprecio y esas personas no merecen la pena darles ni un segundo más», ha manifestado.
Al respecto, sí ha señalado que «en la primera impresión de la condena no hay nada de lo que ellos denunciaron», aunque ha precisado que tendrá que analizar la sentencia. «Un juicio después de 18 años, después de todo lo que se ha formado, tiene unas connotaciones que van más allá de lo estrictamente jurídico», ha concluido.