ASA, Asociación de Altas Capacidades Málaga, presta apoyo y acompañamiento a más de 740 familias malagueñas a través de acciones destinadas a los niños y a los padres, y ofrece, además, otras actividades orientadas a profesores, con el fin, todo ello, de lograr la comprensión integral de lo que son las altas capacidades, y dar visibilidad y naturalizar el valor de la diversidad como sello distintivo de todo ser humano.
«Hay tantas definiciones de altas capacidades como psicólogo o psiquiatra especializado en altas capacidades hay», ha asegurado Alejandro Soler, presidente de la asociación, que tiene como valores fomentar «el valor del esfuerzo y la responsabilidad, de la formación y la educación inclusiva, de la curiosidad y la creatividad, de la empatía y la solidaridad, de la naturalidad y la cercanía, de la cooperación y la participación activas, de la apertura de miras y de la acción inteligente, tanto a nivel individual como colectivo».
Como no es fácil definir las altas capacidades, «suele ocurrir que la población general cree que estos niños, como son más listos, no necesitan ayuda para alcanzar objetivos académicos y eso es una idea errónea». «Hay quien confunde tener altas capacidades con ser brillante, y eso no es verdad», ha asegurado Soler, quien añade que «hay alumnos normotípicos que son brillantes, la alta capacidad es una neurodivergencia, y hay que tratarla como tal».
«En realidad son niños que procesan la información de una forma diferente; o sea, no es que sean más listos, es que son listos de una forma distinta», ha incidido Soler, quien, por eso, ha destacado la importancia de una «integración plena», lo que implica «ayudarles a formarse en materias que el colegio no les aporta y ofrecerle un entorno que les permite abrirse y compartir experiencias». También ha señalado que otra línea de la asociación es formar a la sociedad en general y a los profesores.
En este punto, ha asegurado que los menores con altas capacidades «necesitan de una educación especial». Según Soler, «si no se les atiende de forma personalizada, corren el riesgo de incurrir en fracasos escolares, por ejemplo», por lo que ha incidido en «adaptar la carga pedagógica y la metodología del estudio a estos niños». «No es algo que estemos pidiendo desde la asociación que sea un imposible, estamos pidiendo simplemente que se cumpla la ley», ha apostillado.
Al respecto, en declaraciones a Europa Press, Soler ha indicado que «la ley contempla que la alta capacidad es una necesidad educativa especial y que, por tanto, por ley, los profesores están obligados a una adaptación curricular para estos niños», señalando que medidas, como aumentar la cantidad de deberes o lo que «históricamente se hacía de promocionarlos» de curso, «no son soluciones».
En este sentido, la asociación ASA ( www.asamalaga.es ) lleva años desarrollando una Escuela de Profes en la que un equipo especializado en alta capacidad intelectual, integrado por docentes, psicólogos, orientadores y expertos en neuroeducación, «les dan pautas para que entiendan que estos niños necesitan una educación especial y darles herramientas eficaces», ha señalado, apuntando que esta formación está homologada por la Junta de Andalucía.
Asimismo, ha asegurado que la asociación está pendiente de cerrar la programación de los talleres para niños previstos que se suelen impartir en instalaciones de la Universidad de Málaga; una interacción con esta institución que «para nosotros es muy interesante porque a los niños que van les motiva mucho ir a esas aulas y, además, son los futuros clientes», ha asegurado.
Paralelamente a esos talleres se pone en marcha una Escuela de Padres, con «psicólogos especializados en altas capacidades que les dan trucos, consejos y herramientas», porque, ha explicado, para algunas familias «el descubrir la alta capacidad se produce de una forma brillante», con «ilusión», pero en otras «aparece de forma oscura», por problemas de comportamiento en los colegios o en casa «porque están enmascarando esa condición que tienen allí para no ser señalados».
De hecho, aunque no hay un perfil claro de los menores que cuenta con estas características, los expertos sí saben que se detectan «muchos menos casos de niñas con altas capacidades porque enmascaran esa condición para evitar ser señaladas», ha dicho el presidente de la asociación, quien ha asegurado que las altas en ASA «las supervisan» psicólogos y psiquiatras» y las acogidas grupales e individuales están dirigidas por estos especialistas.