La delegada territorial de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta en Málaga, Teresa Pardo ha visitado Alme, entidad que gestiona el servicio de resolución extrajudicial de conflictos del sistema de Justicia Juvenil en Málaga en el que el pasado año el 88% de los procesos de mediación con menores infractores lograron acuerdo sin necesidad de juicio.
Pardo ha valorado «la excelencia con la que desarrollan su labor los profesionales de este recurso de Mediación en Justicia Juvenil para aquellos casos que son considerados por la Fiscalía de Menores susceptibles de ser solucionados con un proceso restaurativo de mediación penal o mediante una tarea socioeducativa».
En 2023 se invitó a participar en estos procesos a 229 menores, de los que sólo 26 continuaron la resolución del conflicto por vía judicial. En la intervención con los menores se han realizado talleres en diversas áreas, tales como, seguridad vial, autocontrol, gestión de emociones, igualdad de género, uso responsable de redes sociales, prevención de acoso escolar y ciberbullying.
Además se ha colaborado con distintas organizaciones sin ánimo de lucro de la provincia en el apoyo de sus labores sociales con tareas socioeducativas en aquellos casos para los que no existe una víctima identificada.
El Servicio de Mediación es un recurso especializado de carácter socioeducativo, donde se llevan a cabo actuaciones voluntarias alternativas al proceso judicial de personas menores para la resolución de conflictos.
La mediación penal de menores como herramienta restaurativa enmarcada dentro del catálogo de respuestas sancionadoras-educativas que contempla la Ley Orgánica 5/2000, de responsabilidad penal del menor, posibilita un diálogo voluntario y confidencial entre el menor infractor y la víctima con la ayuda de una persona mediadora, con el fin de reparar el daño causado.
«Este recurso da la oportunidad a la persona menor victimaria de ser consciente de las consecuencias directas de sus actos, del daño o perjuicio que han causado sus acciones y del impagable aprendizaje educativo que conlleva pedir perdón de forma directa y personal a la víctima» ha considerado la delegada de la Junta.
En este sentido, ha señalado que «el menor se compromete a no volver a repetir sus actos y a reparar según sus capacidades y actitudes el daño ocasionado», al tiempo que «se ofrece a la víctima un espacio donde poder ser escuchada y acompañada para poder otorgar su perdón y poder solicitar en el encuentro de mediación penal la forma en la que desea ser reparada».
La reparación se desarrolla mediante acciones bien en beneficio directo de la víctima, en beneficio de la comunidad o del propio menor, a través de las tareas socioeducativas o cualquier otro programa diseñado específicamente en función de la tipología del delito, la petición de reparación simbólica de la víctima y las carencias detectadas en la persona victimaria.