Agentes pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, en el marco de la denominada operación ‘Cover’, han procedido a la clausura de dos vertederos ilegales de residuos procedentes de la construcción y demolición y otros residuos peligrosos.
Los vertederos se encontraban en las localidades malagueñas de Torrox y Algarrobo donde recibían vertidos de toda la comarca de la Axarquía, según han indicado desde la Guardia Civil en un comunicado.
La investigación se inició como continuación a las actuaciones que viene desarrollando el Seprona en la provincia de Málaga ante el problema ambiental que representan este tipo de residuos por su tratamiento inadecuado. Entre los impactos ambientales destacan la contaminación de suelos y acuíferos, el deterioro paisajístico y la eliminación de estos residuos sin aprovechamiento de sus recursos.
Así, en la primera actuación realizada en la localidad de Torrox los agentes comprobaron que, en la zona afectada, una parcela de 6.328 metros cuadrados, se vertían de manera indiscriminada todo tipo de residuos.
El vertedero alcanzaba una altura de seis metros, lo que suponía un total de 36.000 metros cúbicos de residuos sólidos acumulados en esa zona. Desde el año 2017 el Seprona ya había denunciado esta actividad en varias ocasiones por los mismos hechos.
Los agentes constataron que en medio de este vertedero existía una torre de electricidad activa de media tensión que había sido semienterrada con todo tipo de residuos, estando los cables a escasos cuatro metros de suelo, lo que suponía un grave riesgo para la integridad física de los trabajadores, agricultores y usuarios que frecuentaban las zonas colindantes ya que, en el lugar se trabajaba habitualmente con maquinaria pesada, creando un alto riesgo de impacto o rotura del cableado.
ALGARROBO
Por otro lado, en relación con el vertedero de Algarrobo han detallado que la zona afectada por los vertidos indiscriminados del término municipal dalcanzaba los 8.730 metros cuadrados, llegando a una altura de diez metros, lo que suponía un total de 87.300 metros cúbicos de residuos.
Durante la inspección del vertedero los agentes detectaron fuertes olores que emanaban del mismo ya que también existían residuos orgánicos. De igual manera, se detectaron numerosos ruidos procedentes del vertedero, presumiblemente debido a la inestabilidad de los residuos allí arrojados, lo que suponía un riesgo añadido.
Los investigadores comprobaron la existencia de dos pozos/sondeos con el que se regaban los productos de un invernadero colindante, con el consiguiente riesgo de verse afectado por las posibles filtraciones tóxicas generadas por el vertedero.
De igual modo, se constató que el vertido de estos residuos había sepultado parcialmente un arroyo existente en la zona, impidiendo el trascurso natural de sus aguas.
Se estima que en total se han vertido en estas dos zonas investigadas más de 123.000 metros cúbicos de residuos de la construcción y demolición (RCD), lo que supone que, a dichos vertederos podrían haber acudido más de 24.000 camiones durante los últimos diez años.
En la operación se han investigado a 14 personas que podrían haber obtenido unos beneficios por esta gestión ilegal que ascenderían a más de 2.400.000 euros.
Los hechos han sido denunciados ante la Junta de Andalucía quien ha ratificado las medidas adoptadas por el Seprona ante la gravedad de los hechos, procediendo a la incoación de los preceptivos expedientes sancionadores.
Actualmente se está investigado el posible daño ambiental que estos vertederos habrían podido causar al medio natural, para en su caso instruir diligencias por un supuesto delito medioambiental.