El Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos (Málaga) ha acordado seguir por el procedimiento del Tribunal del Jurado el caso contra el hombre italiano investigado por supuestamente matar a su novia Paula en dicho municipio hace ahora un año. Señala que los hechos se corresponden inicialmente con delitos de asesinato y malos tratos y fija para junio una vista donde concretar las imputaciones.
Paula, de 28 años, fue asesinada el 17 de mayo de 2023 en el domicilio donde convivía con el investigado, en la zona de La Carihuela, tras recibir varias puñaladas supuestamente por parte de este hombre, que también está investigado por el asesinato de su expareja, cuyo cuerpo fue encontrado emparedado en una vivienda tras permanecer desaparecida desde 2014.
En un auto del juzgado, consultado por Europa Press, se indica que en la causa por el asesinato de Paula, por lo investigado durante estos meses, «y a efectos de la incoación del procedimiento del Tribunal del Jurado, resulta verosímil la imputación que de los hechos relatados se hace» al investigado.
Asimismo, se precisa que los hechos «revisten por ahora, y sin perjuicio de ulterior calificación», los caracteres de un delito de asesinato, de maltrato habitual y otro de maltrato (violencia de genero), y apunta que al ser uno de ellos atribuidos a la competencia del Tribunal del Jurado «ha de ser enjuiciado necesariamente por ese procedimiento».
Así, fija para el próximo 4 de junio una vista, conforme marca la Ley del Jurado, a la que convoca tanto a las acusaciones como a la defensa y también al propio investigado, a efectos de que se concrete la imputación y soliciten en su caso las diligencias de investigación que las partes consideren oportunas.
Este juzgado acordó en mayo de 2023 el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de la pareja de Paula, el cual se acogió a su derecho a no declarar y solo contestó a las preguntas formuladas por su defensa. En esta causa está personada la familia de la víctima, representada por el letrado Guillermo Smerdou.
En enero de este año, el investigado remitió al juzgado, que lleva ambos casos, una carta manuscrita en la que admitía su culpa en el crimen de Paula, aunque señalaba que fue a raíz de un forcejeo, y negaba haber matado a su expareja, aunque sí reconoció haber ocultado el cadáver.
En su declaración en ese momento mantuvo en líneas generales lo que relataba en esa larga misiva, en la que aseguraba que quería colaborar con la justicia y reconocía parte de culpa en lo ocurrido con Paula, por lo que se mostraba «totalmente arrepentido». Según él, en la relación con su pareja había bastantes peleas y rompían con frecuencia, aunque niega haberla maltratado.
En cuanto al día de los hechos, en la carta señalaba que ella le habría atacado con un cuchillo por celos, hubo un forcejeo y en algún momento de la pelea la agarró por el cuello, aunque no recuerda todo lo que pasó. Sí aseguraba que ella no paraba de intentar meterle con el arma y él se defendió «con demasiada contundencia», por lo que cree que tiene parte de culpa en lo sucedido.
Según su versión, le era imposible recordar todo lo ocurrido aquel día, pero sí que vio una mancha de sangre en el suelo y que Paula había dejado de respirar, por lo que tuvo pánico y se fue; añadiendo que estaba drogado y, aunque no decía que fuera inocente, sí que «nunca jamás» le hubiese hecho daño a su pareja de forma voluntaria, y no tuvo intención de matarla, por lo que pedía perdón a la familia de la víctima.
El investigado ya aseguró en su momento a un médico forense que le examinó a los pocos días de los hechos que ese día hubo una discusión con Paula, un forcejeo y, con un cuchillo de cocina que había cogido días antes a un compañero de trabajo, le dio dos puñaladas a la mujer.