El delegado territorial de Salud y Consumo en Málaga, Carlos Bautista, ha defendido este domingo, coincidiendo con el Día Mundial de la Salud y la manifestación de Marea Blanca, que la Junta de Andalucía está llevando a cabo «la mejora de las infraestructuras sanitarias y equipamientos de la provincia, así como de las condiciones laborales de los profesionales sanitarios en la comunidad autónoma».
Bautista ha defendido que de «2010 a 2018, los socialistas invirtieron en la sanidad pública malagueña 50,5 millones de euros» y desde 2019 a 2023, con el actual Gobierno andaluz del popular Juanma Moreno, «240 millones se han invertido, un 376% más, con 5.000 profesionales sanitarios más prácticamente en la provincia de Málaga», poniendo «en marcha tres hospitales más en la provincia».
«Nunca ha habido parangón en la historia de inversiones sanitarias ni profesionales ni infraestructuras», ha defendido antes las críticas de «recortes» por parte de la oposición y sindicatos.
Además, ha negado las acusaciones de «privatización» por los conciertos sanitarios con las clínicas privadas, asegurando que el Gobierno andaluz está «comprando hospitales privados para hacerlos públicos en Málaga, como el Hospital Pascual».
«Vamos a seguir invirtiendo, vamos a seguir contratando profesionales, vamos a seguir abriendo nuevos departamentos, nuevas unidades, como por ejemplo la Unidad de Trastorno de la Conducta Alimentaria, que se abrió en Málaga en el Hospital Civil, que ha sido la primera de Andalucía y antes los padres que tenían niños con bulimia o con anorexia o con problemas mentales graves teníamos que mandarlos a Guadalajara», ha defendido, avisando de que el actual Gobierno andaluz ha heredado del PSOE «una sanidad metida en los cajones, con una lista de espera monstruosa».