El pasado mes de agosto el Hospital Materno Infantil, perteneciente al Hospital Regional Universitario de Málaga, inició las obras de remodelación de la séptima planta como parte de ‘El valle encantado’, un proyecto a cargo de la Fundación Juegaterapia destinado a remodelar y mejorar el espacio destinado a zona de juegos y zona de estudios de los menores ingresados.
La Fundación Juegaterapia ayuda a los pacientes oncológicos pediátricos a través del juego y la humanización hospitalaria. Su iniciativa ‘El Jardín de mi hospi’ es pionera en España, y consiste en recuperar las azoteas de los hospitales y convertirlas en jardines para que todos los pacientes ingresados puedan jugar al aire libre.
Según señalan desde el centro hospitalario en un comunicado, el proyecto del Materno Infantil es el sexto que se pone en marcha, una vez finalizados los de La Paz, 12 de octubre, Niño Jesús y Gregorio Marañón de Madrid y otro en La Fe de Valencia.
Las obras que se están llevando a cabo suponen modificar la distribución interior de la planta, sin que esto conlleve un aumento del volumen ni la superficie construida, y la habilitación de las terrazas anexas, lo cual dará lugar a tres áreas claramente diferenciadas.
Estas consistirán, por un lado, en un espacio interior polivalente que pueda servir a la vez como zona de juegos y zona de estudios, y que contará con dos aulas con una división móvil que permita convertir en un solo espacio, y, por otro, dos terrazas exteriores situadas a ambos costados, dotadas de espacios exteriores de juego y recreo que harán más amena la estancia de los niños.
Se está dotando así al espacio de mayor accesibilidad, generándose un espacio más amable de aprendizaje, lo cual supondrá una mejora para la experiencia de los pacientes sin aumentar los 797,42 metros cuadrados de superficie construida.
El Hospital Regional Universitario de Málaga, como el resto de centros del sistema público andaluz, implementa diariamente las medidas necesarias para que la cobertura asistencial de calidad esté garantizada en todo momento.
«Por ello, y con el objetivo de minimizar las molestias que dicha obra pudiera acarrear a los niños ingresados, se ha procedido a reubicar a los pacientes de la sexta planta, y algunos de ellos han sido trasladados a la cuarta planta, sin que esto haya interferido en ningún caso en el procedimiento habitual de la unidad oncohematológica pediátrica ya que no ha ingresado allí ningún paciente que no tuviera esta patología», detallan desde el hospital.
También señalan que cuando se dan casos de alguna patología infecciosa en un paciente de la cuarta planta, se le trata en la misma ya que es donde mejor conocen las necesidades de estos pacientes, puesto que todo ingreso de menores oncológicos se hace de acuerdo con todo el equipo de profesionales de oncología, hematología, y medicina preventiva.
«Asimismo, y dadas las circunstancias excepcionales de este momento, cuando algún paciente reubicado ha presentado síntomas de COVID o de cualquier otra patología infecciosa, se han llevado a cabo las medidas de aislamiento correspondientes sin que eso haya provocado ninguna complicación ni inconveniente en otros pacientes», aclaran.
Subrayan que la gestión está encaminada hacia dos premisas: la calidad y la seguridad clínica, lo que conlleva una gestión eficiente de los recursos, considerando que las incidencias diarias son siempre tenidas en cuenta, valoradas y manteniendo siempre un compromiso de mejora de la situación.
Es por ello que se han activado todas las medidas disponibles para la contratación de personal de enfermería, y la dirección del hospital ha llevado a cabo medidas organizativas internas, redistribuyendo recursos para dar la cobertura necesaria a la situación actual.
La dirección del hospital ha agradecido el esfuerzo y compromiso continuo de todos los profesionales que colaboran a diario para ofrecer el mejor servicio a los pacientes y hacer frente a la dificultad sobrevenida.