La futura Casa de la Cultura de Benalmádena Pueblo, en el citado municipio maalgueño, avanza «con paso firme» tras la adquisición del suelo en avenida Juan Luis Peralta y la terminación del anteproyecto, de la mano de Fernández Ballesteros, en un tiempo récord de 45 días.
Ahora se realizará el estudio de detalle, que lo llevarán a cabo los propios técnicos municipales, lo que acelerará el proceso y reducirá plazos «con el objetivo de que sea una realidad lo antes posible», ha indicado el Ayuntamiento en un comunicado.
El alcalde, Juan Antonio Lara, está supervisando todos los detalles junto a concejales, coordinadores y técnicos de las áreas implicadas como Vías y Obras, Edificaciones y Cultura, con diferentes reuniones de trabajo como la mantenida recientemente para debatir y conocer en profundidad todo el anteproyecto, la base en la que se comienza el trabajo a fondo para sacarlo adelante.
Con el estudio de detalle se podrá estudiar la volumetría que tendrá el edificio, es el estudio previo de lo que después derivará en un proyecto. La futura Casa de la Cultura albergará un aparcamiento vinculado al subsuelo del inmueble, por el que se entrará a través de la avenida Juan Luis Peralta, de manera subterránea.
Sobre una parcela de 1.000 metros cuadrados, en una situación singular dentro del municipio, el diseño deberá convivir con las casas tradicionales del pueblo. En la planta baja se recepcionaría al público que viene del tráfico rodado y a los usuarios que demandan algún tipo de información, mientras que la cota alta daría pie a todos los espacios que dan uso al inmueble, con cinco usos previstos como el de punto de información, biblioteca, museo, salón de actos y aparcamiento.
En el anteproyecto también ya se observan los accesos, los enclaves previstos para actores, bandas de música, directores y artistas que actuarían, los ascensores, camerinos y espacio para el almacenaje, así como un diseño previo de cómo debería ser el escenario, su montacargas para subir y bajar y todo lo necesario para el auditorio.
Además, el anteproyecto recoge la proyección de una plaza con cuatro caras y cuatro accesos, con uno principal de acceso al auditorio, un vestíbulo, conectado con la plaza para llegar, el depósito de los abrigos, control de entrada y similares, como paso previo al acceso al auditorio, que contaría con más de 280 plazas.
Por otro lado, han detallado que en la cota dos, el anteproyecto contempla la sala técnica, que complementa al auditorio. Una pieza en dos niveles con un tercer nivel para la parte técnica y todo funcionando de manera independiente. Las últimas dos plantas serían la biblioteca.
El museo estaría en el primer volumen junto a la plaza y en la planta primera se contaría con una sala de 90 metros cuadrados, que albergaría otras dos plantas más, la última podría funcionar como panorámica del municipio. El museo deberá encajar como una pieza más que conforma la morfología de la manzana.
La biblioteca contaría con un gran espacio, el mayor junto al auditorio, con su zona para niños y la zona de aprendizaje activo, que también está previsto esté cerrada por cuestiones de silencio, con capacidad para 50 niños y de zona más divertida. La biblioteca tendría un gran salón para actividades más ruidosas y lúdicas. La iluminación es un tema capital que se deja ver ya en el anteproyecto.
Desde la cara sureste, se observa un frente acristalado que tendría en altura un par de metros, con el que se pretende iluminar el edificio, permitiendo cierto control solar. La biblioteca se proyectaría en dos alturas, la de arriba como zona diáfana y silenciosa, intentando coger el máximo volumen de aire posible, para que sea singular y no esté tan acotado por ese techo, con sala de lectura y aprendizaje.
En relación con el aparcamiento, han destacado que habrá que proyectar una escalera que se acople a la avenida Juan Luis Peralta y su entorno con el objetivo de acceder al mismo desde la vía pública sin entrar en el inmueble y sin impacto sobre la zona.
El anteproyecto permite conocer de antemano una relación de superficies, flexible para negociar un poco los usos, con un escenario de 15 metros frontales y diez metros de fondo. El montacargas llegaría hasta el escenario. Cada edificio funcionará de manera independiente. El que va a la biblioteca o el aparcamiento no tendrá que pasar por otra instalación, accediendo así a un edificio de vanguardia, 100% accesible y 100% funcional.